Miré a Claudia Romero Vizcasilla intentando saber si era subnormal, a veces me pasa que no los distingo y eso termina creando muchos problemas. El curso anterior llegaron dos hermanos nuevos a nuestra clase y la pofesora Marina nos dijo que uno de ellos era un poco especial porque tenía síndrome de Down. Al acabar la clase le pregunté a la profesora que era el síndrome de Down y me enseñó unas fotos, porque la profesora Marina nos trataba como a monos, enseñándonos imágenes todo el rato, y a mí se me parecía más el que no lo era, Raúl, que el que si, Antonio. Así que me pasé todo el curso explicándole a Raúl como se abrían y cerraban las persianas y contándole como se jugaba a polis y cacos. Él me escuchaba con mucha atención y me hacía siempre caso y luego me pasaba la mano por el pelo como también hacía con su hermano. Raúl Fernandez Calige y Antonio Fernández Calige sólo estuvieron un año con nosotros, porque su padre era militar y lo destinaron a otra parte. Pero en ese curso Raúl y yo fuímos inseparables de la manera en que sólo pueden serlo dos personas que creen que el listo es él.
Texto: Manuel Jabois
3 comentarios :
Que preciosa historia.
Un final brutal y sincero.
Saludos,
J.
Me encanto.
:D
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