La bondad es un rasgo del carácter mucho más importante que la amabilidad. La bondad dice como eres por dentro, mientras que la amabilidad dice como quieres que te vean los demás.
La bondad es un rasgo del carácter mucho más importante que la amabilidad. La bondad dice como eres por dentro, mientras que la amabilidad dice como quieres que te vean los demás.
¡Y cuando exhales el último suspiro, sólo entonces, te darás cuenta de que tu vida no ha sido más que una minúscula gota en un océano infinito! Y sin embargo, ¿ Qué es un océano sino una multitud de gotas ?
(David Mitchell)
Cuando ves moscas o insectos en una naturaleza muerta, un pétalo marchito o una mancha negra en una manzana, el pintor te está transmitiendo un mensaje secreto. Te está diciendo que lo vivo no dura, que todo es efímero. Muerte en vida. Por eso las llaman naturalezas muertas. Puede que, con toda la belleza y el esplendor, no veas de entrada la pequeña mota de podredumbre. Pero, si miras con más detenimiento, ahí está.
No hay dos personas que vean las cosas iguales.
Lo que vemos y como lo vemos depende
de la naturaleza de la luz.
Que feos son los pies de todo el mundo
menos los de mis hijas
¡Que bonitos son los pies de mis niñas!
Los mofletes redondos y rosados de los ángeles
envidian sus talones y sus dedos.
Vistos desde la planta, diminutos,
tienen la suavidad de los guisantes.
Los tienen a estrenar
y me conmueve pensar
en cada paso que aún no han dado.
La gente empieza viendo una cosa y acaba viendo la contraria. Empieza amando y acaba odiando, o sintiendo indiferencia y después adorando. Nunca logramos estar seguros de qué va a sernos vital ni de a quién vamos a dar importancia. Nuestras convicciones son pasajeras y endebles, hasta las que consideramos más fuertes. También nuestros sentimientos.
Texto: Javier Marías
"No se preocupe, blanca", le dijo la esclava.
"Usted puede prohibirme lo que quiera, y yo le cumplo".
Y concluyó:
"Lo malo es que no puede prohibirme lo que pienso".
Texto: Gabriel García Márquez
Que la vida te sea llevadera.
Que la culpa no ahogue la esperanza.
Que no te rindas nunca.
Que el camino que tomes sea siempre elegido
entre dos por lo menos.
Que te importe la vida tanto como tú a ella.
Que no te atrape el vicio
de prolongar las despedidas.
Que el peso de la tierra sea leve
sobre tus pobres huesos.
Que tu recuerdo ponga lágrimas en los ojos
de quién nunca te dijo que te amaba.
(Amalia Bautista)
En el vientre de una mujer embarazada se encuentran dos bebés y uno le pregunta al otro:
-¿Tú crees en la vida después del parto?
-Claro que si, algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque debemos prepararnos para lo que seremos más tarde.
-Tonterías, no hay vida después del parto...¿cómo sería esa vida?
-No lo sé, pero, seguramente habrá más luz que aquí, tal vez caminemos con nuestros pies y nos alimentemos por la boca.
-Eso es absurdo, caminar es imposible y...¿comer por la boca? Eso es ridículo, el cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa, la vida después del parto está excluida totalmente. El cordón umbilical es demasiado corto.
-Pues yo creo que debe haber algo y tal vez sea distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
-Pero, nadie ha vuelto nunca del más allá después del parto. El parto es el final de la vida y a fin de cuentas la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
-Bueno, yo no sé como será exactamente después del parto pero, seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
-¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y donde crees que está ella ahora?
-¿Donde? En todo nuestro alrededor, en ella, a través de ella es como vivimos, sin ella todo este mundo no existiría.
-Pues yo no me lo creo. Nunca he visto a mamá, por lo tanto es lógico que no exista.
-Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio puedes oírla cantando o sentir como acaricia nuestro mundo. ¿Sabes? Yo creo que hay una vida real que nos espera y ahora símplemente estamos preparándonos para ella.
Texto: Dr. Carvajal
Mírala ahí fuera,
en exhibición,
bailando soñolienta
mientras todas sus visiones
comienzan a jugar
sobre los carámbanos
de nuestra descomposición.
Flores desvanecidas en su cabello.
Desgastadas.
Ella yace en cascada de sueños
y nunca cuestiona lo que eso significa,
y a lo largo de la costa del desierto
ella vagabundea cada vez más.
Lo único que queda por probar,
(ella dice que para vivir)
-tengo que morir-
Susurra tristemente
y se abraza muy fuerte.
Y saltando desde una altura desconocida
se funde con la noche líquida.
El mundo te romperá el corazón de todas las formas imaginables. Eso está garantizado y yo no puedo explicarlo, como tampoco la locura que llevó dentro ni la locura que llevan los demás. La vida nunca es justa pero debes afrontar los golpes y seguir adelante. Y cuando tengas el corazón roto tendrás que volver a construirlo y, no solo eso, tendrás que volver a confiar y esa es la parte más dificil. A pesar de todo esto, aunque la vida rompa todas tus ilusiones debes seguir soñando ¿sabes por qué?, porque si no te ilusionas, si no sueñas, porque si no amas ¿qué clase de vida estarás viviendo? ¿para qué quieres una vida si no la estás aprovechando? No se puede vivir con miedo toda la vida. La vida es así, te caes, te levantas y te vuelves a caer. Pero, si ni siquiera te mueves por temor a caer, en realidad, ya te has hundido.
Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que mereces o deseas.
-Déjalo salir a raudales- decía -Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra.
(Penélope Stokes)