Trato de no ser esclava del tiempo,
mejor elijo ser cómplice,
avanzar con él por esta senda y aprender...
Nutrirme con lecciones de vida,
tropezar, caer y luego levantarme nuevamente
herida quizás, pero más sabia.
Olvido el reloj en casa y salgo a la calle
con mi muñeca desnuda
para que el baile de las horas no marque las mías...
A veces trato de adivinar la hora por la luz
y de un tiempo a esta parte incluso
la busco en los ojos de los gatos...
La vida es, a fin de cuentas, una sucesión de horas,
pero yo trato de que estas estén bien invertidas,
tomando conciencia de que el tiempo pasa
Y... últimamente tengo la sensación
que pasa demasiado rápido...
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Texto: Bohemia
Foto: Natdatnl