Frecuenta, si es posible a diario, el contacto con "personas medicina", optimistas, tonificantes, divertidas, ocurrentes, sensatas y con ganas de vivir... No hace falta el refrendo de ninguna investigación estadounidense para afirmar con rotundidad que pasar al menos una o dos horas al día con un buen amigo, compañero de trabajo o familiar afectuoso es completamente saludable. Contagia su fuerza interior, su positivismo y su salud psíquica y su simple presencia todo lo transforma y optimiza.