Ella se siente a veces como cosa olvidada en el rincón oscuro de la casa, como fruto devorado adentro por los pájaros RAPACES, como sombra sin rostro y sin peso ..Su presencia es apenas vibración leve en el aire inmóvil. Siente que la traspasan las miradas y que se vuelve niebla entre los torpes brazos que intentan circundarla. Quisiera ser siquiera una naranja jugosa en la mano de un niño -no corteza vacía- una imagen que brilla en el espejo-no sombra que se esfuma- y una voz clara -no pesado silencio- alguna vez escuchada.
.Texto: Alaíde Foppa
Foto: Alexander Boggdanov