Te dejo ir
no te retengo
abro mi mano
¡escapa!
No te sujeto
no te ato
como siempre eres libre
¡vuela!
No te pensaré
no serás mío
sólo en mis sueños,
ahí serás mi prisionero
estárás preso en mi mente
sujeto con alfileres
a mi corazón,
volando con mis anhelos.
Ahí,
solo ahí,
serás mío.
Texto: Bohemia
Se sabe muy poco del lenguaje
creemos haber evolucionado,
creemos ser más cultos,
creemos utilizar palabras apropiadas
de buenas costumbres
urbanidad y crianza.
Pero, estamos en pañales,
la verdad es que apenas balbuceamos.
Que sana envidia
poder conocer las palabras
como lo hacían nuestros antepasados,
los más antiguos,
los más desnudos,
los aborígenes.
Ellos se comunicaban con la tierra,
con las piedras, con el agua,
con el cielo, con el sol,
con los animales y las plantas,
y porque no...también con Dios.
En la era de las celulas modificadas,
en la era de la ingeniería genética
y del plástico por las mamas.
En esta era virtual
en que nos comunicamos
sin mirarnos a la cara
sería una buena idea volver al bosque,
remover las cenizas
y hacer de nuevo el fueguito
que nunca debimos haber apagado.
Te invito con estos colores.
extracto de raíces
y este palito de encina magullado
a volver a pintar en los muros...
Rupestres.
Texto: Niñito Irlan