Me canto con todo el costo de hacerlo
con multitud de abejas y hazañas obreras
con el recodo de los ríos
y las mareas de los vientos
que levanta horizontales las polleras.
Te escribo y te canto
te amasijo de bocas diminutas y esenciales
te digo resuelto de dudas
secretos al oído,
secretos al oído...
¿Has oído como zumba el silencio,
cuando no lo pronuncio, cuando no te digo?
Remuevo adoquines, lozas, sepulcros
le hago respiración boca a boca
a los recuerdos que hacen tierra a la tierra,
rechino los bosques, me cimbro de cielo
y te canto bailando
desde comisuras del cerebro humano,
sus neuronas tomaditas de la mano,
sus puertas, sus bisagras
ventanales del viento libre,
sin nombres, ni apellidos.
Te canto, te cuelgo pendientes
a tus tazas de café
y te digo que me esperes
aunque no llegue nunca,
aunque sea un sueño todo esto
y la realidad tenga toda la razón
y no nos quede sino que la incordura
de negarnos a los zumbidos.
Texto: Niñito Irlan