Están las cariátides en el
Erecteion, como siempre, soportando el peso de su sino y le dice una a la otra:
-Ay Cari, que dolor de cabeza
tengo...
-¿Me lo dices o me lo cuentas?
-Tengo una jaqueca, que ni el
ibuprofeno, ni la Diosa Higea me lo quita...
-Yo estoy igual Cari, me va a
estallar el melón y tengo hecha polvo las cervicales...
-Es que este trabajo nuestro es
muy sacrificado...
-Sacrificadísimo...
-Y luego por las noches mi
pariento dice que siempre le echo mitología al asunto y que si ya estoy otra
vez con el cuentito de la jaqueca y los dolores. Y yo le digo Arístides no es
mitología, ni cuentos chinos, me duele la cabeza de verdad. Hombre, que ya una
está muy mayor y ahí sigue al pie del templo siglo tras siglo...y sin quejarse,
aguantando carros y carretas y autobuses de turistas...
-Y que lo digas Cari, a mí me
pasa lo mismo con mi Adonis y le digo, ¡ya te querría ver yo a tí en la Acrópolis,
guapo! Que tú, como te pasas el día en el museo posando como un modelo y sin
dar ni un palo al agua, no sabes lo que es el trabajo duro. Que las Cariátides
estamos explotadas desde hace decenios y decenios y aquí nadie se pronuncia, ni
Dioses, ni mortales...
-Ahí está, pues eso es lo que yo
digo, que nadie se acuerda de las Cariátides, pero el día que nos pongamos en
huelga y digamos: Ya estoy hasta el jónico y nos larguemos con viento
fresco...ya verás...
-Al garete que se va el
templo...
-Digo, al garete que se va...
-Y entonces vendrán las
lamentaciones...
-Claro, todo el mundo llorando y
diciendo: Que penita, pero si el Erecteion era la última obra levantada en la
Acrópolis siguiendo el diseño de Pericles.
-Digo, que gracioso el Pericles,
como se nota que a él no le dolían las cervicales, yo llevo siglos con un
pinzamiento en las vértebras que no se lo deseo ni a mi peor enemigo...
-Y yo tengo escoliosis... ¡que
me vas a contar! Y un dolor de lumbago eterno...
-Vamos, y luego dicen que la
historia no es pesada...
-No sé si la historia será
pesada o no, a mí lo que me pesa es el techo del templo...
-Qué envidia le tengo a la
"inglesa"...
-Y yo, estoy verde de la
envidia, si un día me ves como una lechuga, no pienses que ha sido un
grafittero, será de envidia pura...
-Digo, la inglesita, tan griega
como nosotras y mírala "british british". Ella que estaba ahí, en una
esquinita, que apenas tenía que soportar peso, que era una privilegiada, porque
ella llegó aquí por ser sobrina de uno de los canteros, que si no otro gallo
cantaría...
-En mí puesto me hubiese gustado
verla, se habría derruido del tirón, un lustro habría aguantado aquí, dando la
cara al frente como nosotras, en todo el centro, diciendo: Aquí estoy yo, una
Cariátides de tomo y lomo...
-Sobre todo de lomo, para
aguantar lo que aguantamos...de lomo ancho...
-Pues si, aquí me hubiese
gustado verla a mí, pero no, ella en la mejor ubicación y encima pito pito
gorgorito y la eligen para irse al museo de Londres, con las del Partenón y
toda la panda...
-Manda narices la cosa...
-Y ya habrá aprendido hasta
hablar inglés ¿no?
-Pues no sé, muy lista no era,
como no le pida a la Diosa Minerva que la ilumine no creo que hable ni papa de
inglés... porque hasta el griego lo practicaba poco...
-Niña, no cuentes
intimidades...shhhhssss
-En fin, que le vamos a hacer,
la suerte de la fea, la bonita la desea...
-Seguiremos hronia kai hronia, o
lo que es lo mismo "joroña que joroña"
-Pues si Cari, aquí seguiremos
hasta que venga un terremoto...
-Ayyyyy...que me duele la
cabeza...
-Uy... ¿me lo dices o me lo
cuentas?
-Bueno vamos a callarnos Cari,
que ahí llega un grupo de turistas... ¡Niñas, sacad pecho y sonreíd, que aunque
maduritas aún estamos de muy buen ver!
Texto: Bohemia
El Erecteion constituye una obra maestra del orden jónico. Fue construido entre los años 421 y 406 a. C. Este
templo será la última obra levantada en la Acrópolis, siguiendo
el diseño de Pericles. Las cariátides son las sorprendentes esculturas en forma de mujer que hacían las veces de columnas en el templo. El nombre proviene de la ciudad Caria, que se alió con Persia en la
guerra con los griegos y perdieron. A las mujeres de la ciudad las
convirtieron en esclavas y las condenaron a llevar pesadas cargas sobre
sus cabezas. Metafóricamente, las cariátides de piedra del Erecteion han de cumplir
con la pena de aguantar el peso del techado del templo hasta el fin de
los tiempos. Las que se encuentran in situ son réplicas. Cinco de las originales se encuentran en el Museo de la Acropolis protegidas de la corrosión y de la polución, y la otra en el Museo Británico de Londres.