Los recuerdos son un montón de cenizas y escombros,
son objetos reciclados testigos de otro tiempo,
viejos durmientes que quedan expuestos
en repisas plagadas de telarañas y polvo.
Los recuerdos tienen moho y verdín
adosado en las venas de cada pensamiento,
adherido en la vaina
que los guarda y los oculta.
Un recuerdo es aquello que fuimos y evocamos,
aquello que vivimos y que ya murió,
a veces son claros y nítidos como una foto en color,
a veces se tornan de un tono sepia, ocre y amarillento,
se vuelven distantes y difusos,
creen estar perdidos entre brumas y sombras
y se sienten a salvo cuando los nombras.
Los recuerdos son viejas notas pasadas de época
que en ocasiones se dignan a sonar
si les marcan el compás con calma y buena mano.
Los recuerdos a veces son un aroma, un sonido,
una sensación, una textura,
también nosotros somos a veces sólo un recuerdo
y nada más que eso.
Texto: Bohemia
Foto: Diego Borges