viernes, marzo 18, 2011

Drexleriana...



Jorge Drexler todas las mañanas me acompaña al trabajo. Cuando bajo las escaleras, dejando por el barandal migajas de mis sueños, sé que lo encontraré ahí, esperándome en el asiento del copiloto, relajado y bienhumorado, como el que está en paz con el mundo. Con una amplia sonrisa me dará un buenos días con olor a café, nada más arrancar comenzará a despertar sus dedos sobre el mastil de la guitarra, mientras el tráfico termina por despertarme a mí, Belladurmiente del nuevo milenio, que cada mañana se arrepiente de sus trasnoches y que cada noche se olvida de sus perezosos despertares. Al mismo Morfeo le cuesta deshacerse de mí, soy algo así para él como una lapa onírica que le creció en los brazos. ¿Que quieres que te cante hoy, Bohemia? me pregunta Drexler con los pies sobre el salpicadero, y yo como cada mañana le respondo: Sorpréndeme. Y siempre lo hace, a veces me habla sobre como una canción lo trajo hasta aquí, o me cuenta la milonga del moro judio, o de como ama la trama más que al desenlace, o de como todo se transforma, o me habla sobre la memoria del cuero o símplemente me cuenta con detalle la historia del pianista del gueto de Varsovia, el cual con un baile de fechas pudo ser él. Otras veces me habla del eco, del deseo, del mundo abisal, de la causa y el efecto o de sus tres mil millones de latidos. Me cuenta y me canta con encanto y generosidad de todo un poco, me enriquece aunque en mis bolsillo tenga telarañas y el trayecto se hace corto y agradable mientras le va poniendo banda sonora a mi vida. Cuando termino mi jornada laboral y salgo desplegando mis alas, contenta de volver a ser la dueña de mi tiempo, allí está Drexler, esperándome nuevamente con su aire transoceánico y su cara de pocas prisas, al verme me canta bajito "La aparecida" y llenos de una singular armonía hacemos juntos el camino de regreso.


Texto: Bohemia


domingo, marzo 13, 2011

Aldabas


He tocado a tantas puertas que se han cerrado
que ya no tengo manos, tengo aldabas.
Al otro lado de la puerta
la ausencia se hace la sorda...


Texto: Bohemia

domingo, marzo 06, 2011

Otro ritmo...


Escribo , percibo cómo estas palabras
sostienen el pulso que las afirma,
los acuerdos sobre la página
el futuro que se deja convencer
en esferas de relojes y cuentas sin misterios ni rosarios…
Escribo , niego el presente y su ritmo
para ser de alguna forma en otro momento
en el que me leas y me levantes
a fuerza de oraciones que yo mismo te escribí
para que cómplice en el ritmo , me levantes de entre los muertos.
Entonces salgo a escena
en un bostezo me trago todo el tedio
luego encumbro silencios
hasta alcanzar cosas con sonidos;
y entonces , les modulo , les silabeo al oído
les enseño de fonéticas extintas
con esta misma tinta con la que escribo.
A escena , abro las cortinas
parpadeo y fotografío
los espejos que no se ven en las penumbras
los retazos de luz
que no saben muy bien lo que significan.
Dejo el lastre , las reiteraciones en sus nichos
digo por vez primera, y dejo en cesantía , los aparatos,
los mecanismos de la memoria ,
las notas de oído ,
los moldes vacios.
Garabateo en el ritmo
y escribo , escribo
apoyo los codos en las barras del límite del equilibrio
me niego y no bebo , dejando con sed al vino.
Me apoyo en el verso
vuelvo horizontal una pértiga sin faros
camino de puntillas entre ventrículos
lo mismo que entre hemisferios,
no pienso…respiro ,
guardo un silencio que me entiende …
y sonrío.


Texto: Niño Irlan
Foto: lowjacker

martes, marzo 01, 2011

Continuidad...



El día que tus ojos y los míos se sequen 


quedará un océano de miradas...


 
Texto y foto: Bohemia