Soy
una mujer que desespera
que
no encuentra paz nunca en ningún lugar,
a
la que la gente desprecia, a la que los paseantes
miran
con despecho y con furor;
soy
un alma colgando de una cruz
pisoteada,
burlada, escupida:
me
han quedado sólo los ojos
que
yo elevo al cielo a Ti gritando:
¡quítame
del regazo cada suspiro!
Texto: Alda Merini
2 comentarios :
Ser mujer en una sociedad que las desprecia es un doble predicamento, ser una misma y sobrevivir.
Saludos,
J.
Tristeza, mucha tristeza he sentido. Pero hay esperanza en esas palabras.
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