viernes, octubre 21, 2016

Cornelia Funke...



Había disfrutado mucho con la soledad, al fin y al cabo estaba acostumbrada a ella, pero de repente el silencio de su coche la molestó, y se sentó en el café de una pequeña ciudad somnolienta que ni siquiera contaba con una librería, únicamente para escuchar otras voces...
 
 
 
 
 
     

1 comentario :

VANESSA dijo...

Lo poco gusta y lo mucho cansa.
Besoss