A veces, es mejor dejar que algo se vaya y comenzar de nuevo.
Hay cosas que nos pasan en la vida que encontramos difíciles de aceptar.
Los recuerdos regresan y nos perturban una y otra vez.
Cuando algo sucede en nuestras vidas que encontramos difícil de aceptar,
tenemos que decidir si hay algo que podamos hacer para cambiar las
cosas.
Si lo hay, debemos hacer los que podamos para que todo esté de nuevo
bien.
Pero si hemos hecho todo lo posible, y en nuestro corazón
sabemos que
ahora no hay nada más que hacer, entonces,
dejemos que se vaya lo que
nos quita la tranquilidad.
Después de haber repasado los "qué hubiera pasado si" y los "por qué",
quizás aprendamos una lección valiosa. Y descubramos que si bien fue
doloroso,
crecimos por la experiencia.
Aprender a dejar ir las cosas, en vez de preocuparnos por lo que pudo
haber sido,
con el tiempo podría ser más valioso que aquello que hemos
dejado ir.
8 comentarios :
Es el aprendizaje que mas nos cuesta asimilar, el de dejar ir las cosas, el de saber que por mas vueltas que se le de ya no hay vuelta atrás.
Saludos Bohemia
¡El desapego Zen!
Bsss
Son más que ciertas tus palabras.
Un beso, preciosa.
Aprender a vivir te lleva toda la vida...
Saludos
J.
Muchas veces nos encontramos siendo seres aferrados al pasado, y considerando posibilidades de cambiar lo que ya fue. Un vicio con el que a veces también yo me encuentro.
Un abrazo para tí. No te he olvidado.
Tropezar para aprender.
Eso.
Y besos
Preciosa e inteligente reflexión por difícil que nos resulte a veces!
Me encanta tu rincón!
Saludos
Me identifico plenamente con tus palabras...
Saludos.
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