Érase una vez un niño
que tenía alas en sus ojos,
y podía volar allá
hacia donde mirase.
No existían barreras,
ni muros tan altos
que lo pudiesen detener.
Sólo su imaginación
le hacía sombra.
que tenía alas en sus ojos,
y podía volar allá
hacia donde mirase.
No existían barreras,
ni muros tan altos
que lo pudiesen detener.
Sólo su imaginación
le hacía sombra.
Texto: Bohemia
Foto: Peixcopiamb
Foto: Peixcopiamb
16 comentarios :
Qué lindo. Me cuentas otro?
Qué mala es la imaginación a veces...
Cuando apuntar con las alas es acercarse a los sueños...
Y cerrar los ojos iluminar la imaginación...
Bonita su pluma, preciosa...
Sí, la imaginación que te da alas o dudas, según el aire...
Precioso cuento
Besos
Que cuento tan bonito, yo quiero ser ese niño, o puede que todos lo seamos. No quiero tener barreras en mis ojos y quiero que la imaginación sea mi rival. Un cuento prometido precioso.
Besos
Sergio R.
Hermoso cuento :)
Mis respetos!
Así deberíamos soñar, sin barreras ni límites... ¡¡como hacen los niños!!
Un abrazo enooorme.
(Gracias por pasarte. Modifiqué "Namasté" para ahorrarte un "salto". Me quedaré una buena temporada en Wordpress...jeje)
Besitos, ojos!
Ah lo vuelves hacer eh!! me haces sonreir de lo que me gusta el final de tus post!!
Nuestras sombras propias.
Cuando la sombra es magia no es precisamente oscura.
Precioso y dulce, amiga. Abrazos.
¿Qué mejor forma de volar?
Besos sin barreras.
un cuento realmente hermoso
La imaginación, aunque le haga sombra, seguirá moviendo al mundo.
Saludos y feliz fin de semana.
la sonrisa de hiperion
para variar, lindo. y la foto, hermosa ... saludos (:
Me pierden tus escritos! Siempre ha sido así y siempre así será! Garacias por tanta belleza!
Doble hermosura.
Qué foto y qué letras.
Abrazos fuertes Princesita.
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