Tumbadita bocabajo en mi toalla de rayas descanso enterrando mis pensamientos bajo la arena finita y blanca que me rodea. Meto las puntas de mis dedos en la arena y advierto como una brisa caliente me hace dibujos en la espalda. Sin mirar, siento que soy una parabólica que capta todos los sonidos a mi alrededor, se escucha el mar, las olas rompiendo en la orilla, voces que forman un coro armónico y agradable. Risas de niños, gaviotas que pasan bajito, escucho al señor que vende patatas, agua y refrescos con su potente chorro de voz. Una avioneta que surca el cielo, el sonido de una pala que escarba en la arena, pasos que pasan cerca de mi toalla...
Y en esa armonía de sonido playeros de pronto, como si se hubiese tragado un claxón, una voz chillona se llevó todo el protagonismo. Una parejita a algunos metros parecía discutir, bueno, más bien ella discutía, llevaba puesto un bikini de mal humor que le quedaba muy natural, como una segunda piel. Era gorda y grandota, de gesto seco y rictus de enojo constante, su novio en cambio era pequeño, como suele decir mi madre, un alfeñique, un chico lacio y escuchimizado que parecía la mascota de la dama. Ella le reclamaba a voz en grito porque el padre de él se ponía su ropa, la ropa que a ella le costaba el dinero. El chico avergonzado por sentir los ojos de la gente sobre su cuerpo, aún poco bronceado, agachó la cabeza y no le contestó a la chica que lo miraba seria esperando una respuesta, como la esperábamos todos los que habíamos sido introducidos en la escena. A sabiendas de que dos no discuten si uno no quiere el chico no dijo nada y curtido por la experiencia de vivir con aquella guerrillera de lomo ancho, esperó en silencio a que la tormenta pasara.
Ella con cara de enojo se puso de pie, se colocó ante él haciéndole sombra y acto seguido estiró sus piernas grandotas como colúmnas, él entendió el mensaje y solícito comenzó a extender la crema bronceadora sobre los jamones de su ama-da con gran destreza y dedicación. Una vez que estuvo bien embadurnada dijo que se iba a dar un baño, él hizo amago de seguirla a lo cual ella preguntó meneando la cabeza como hace Beyonce cuando canta: ¿Tú a donde vas? Y él con muy poca voz debió contestar, al agua, me voy a bañar contigo... Ella levantó el dedo índice que era parecido a una baguette y moviéndolo delante de su cara como un parabrisas le dijo: Tú te quedas aquí vigilándome el bolso... Y allá que se fue ella meneando el trasero más ancha que larga y se metió en el agua lentamente emulando a Bo Derek. El novio adiestrado se quedó de pie un rato observando a su diosa acuática y luego con su síndrome de Estocolmo a cuestas sacudió las dos toallas como si hicera la cama y se quedó esperando el regreso de su sirena...
Y en esa armonía de sonido playeros de pronto, como si se hubiese tragado un claxón, una voz chillona se llevó todo el protagonismo. Una parejita a algunos metros parecía discutir, bueno, más bien ella discutía, llevaba puesto un bikini de mal humor que le quedaba muy natural, como una segunda piel. Era gorda y grandota, de gesto seco y rictus de enojo constante, su novio en cambio era pequeño, como suele decir mi madre, un alfeñique, un chico lacio y escuchimizado que parecía la mascota de la dama. Ella le reclamaba a voz en grito porque el padre de él se ponía su ropa, la ropa que a ella le costaba el dinero. El chico avergonzado por sentir los ojos de la gente sobre su cuerpo, aún poco bronceado, agachó la cabeza y no le contestó a la chica que lo miraba seria esperando una respuesta, como la esperábamos todos los que habíamos sido introducidos en la escena. A sabiendas de que dos no discuten si uno no quiere el chico no dijo nada y curtido por la experiencia de vivir con aquella guerrillera de lomo ancho, esperó en silencio a que la tormenta pasara.
Ella con cara de enojo se puso de pie, se colocó ante él haciéndole sombra y acto seguido estiró sus piernas grandotas como colúmnas, él entendió el mensaje y solícito comenzó a extender la crema bronceadora sobre los jamones de su ama-da con gran destreza y dedicación. Una vez que estuvo bien embadurnada dijo que se iba a dar un baño, él hizo amago de seguirla a lo cual ella preguntó meneando la cabeza como hace Beyonce cuando canta: ¿Tú a donde vas? Y él con muy poca voz debió contestar, al agua, me voy a bañar contigo... Ella levantó el dedo índice que era parecido a una baguette y moviéndolo delante de su cara como un parabrisas le dijo: Tú te quedas aquí vigilándome el bolso... Y allá que se fue ella meneando el trasero más ancha que larga y se metió en el agua lentamente emulando a Bo Derek. El novio adiestrado se quedó de pie un rato observando a su diosa acuática y luego con su síndrome de Estocolmo a cuestas sacudió las dos toallas como si hicera la cama y se quedó esperando el regreso de su sirena...
Texto: Bohemia
Imagen: Gugo
Imagen: Gugo
47 comentarios :
Me encanta tu manera de escribir. Casi me ha parecido sentir el calido aliento de la brisa marina, el olor a sal y el rumor lejano de olas, chiquillos y avionetas. Y he estado casi a punto de tomar partido en esta discusión.
Un besazo.
La de la imagen necesita por lo menos dos.
besos
Guao, excelente jajaja... me gustó mucho el texto.
Besos!!
jajajajjaa, me partoo!!!!!
es buenísimo, bohemia. Lo he leído dos veces. Gracias por la sesión mañanera de risas.
besos desde el mar, y sin novio!
Hace mucho q t leo y suelo entrar de vez en cuando a ver tus actualizaciones...ERes fuente de inspiración!!!No dejes nunca de compartir tanta magia!!!
Un saludín desde ASturias!!!
jaaaaaaaaaaaaaajajajajaja!!!!
lo que me he reido con este post, era como estar allí viendolo todo in situ. Vaya parejita tan descompensada!
muy bueno, bohe!
Hay que ver el juego que da la playa!!! también cuando voy no pierdo detalle.
Pero esta pareja tuya es, por supesto, para dedicarle una entrada y luego unas palabras jajajaja
Vaya tela tienen algunas... y algunos!!! pero: gracias po existir, que hay observadoras que luego nos hacen pasar un rato bien divertido.
Un abrazo (jajajaja)
Pues a mi me dio pena... angelico del señó... con la de zagalas que hay por el mundo.
Una ve superado el sentimiento anterior, te diré que no sé si reirme o llorar, porque parece tan real como la vida misma. Me imagino en las playas de Cádiz, ese hombre custodiando el bolso de la suprema lider. En fin... ja,ja,ja, ya no puedo contenerme.
Besos
Has descrito a la perfección lo que yo he sentido muchas veces en la playa tumbada en la toalla, observando, escuchando, oliendo a sal...
Algunas sirenas se hacen odiar intensamente.
Besitos.
Tienes una forma de mirar la vida, muy especial...única!!
Y tienes mucha razón...hay tantos tipos de esclavitud!!
Bss!!
queeeeeeeeee buena ya me imagina la situacion del pobre yo no aguanto eso pero si el esta templado. qe se va a hacer.
saludos espero tu porx entrada.
aca mi blog y busco sugerencias aver quien se anima?
http://paginasdeunnovato.blogspot.com/
Jajaja! Hay que ver el arte que tienes!
bueno...poco que decir...
me hace sonreir y entristecerme ala vez...
sonreir porque tiene su guasa la cosa...y porque lo has contado con mucho arte...
entristecerme porque yo tengo una parejita como esta en mi familia...
identicos...
el chico no es pequeñito ...al contrario es gordito tambien...pero se empequeñece tanto cuando ella lo mira...que casi no lo vemos...
y bueno...es triste ver ala sangre de tu sangre sometida de esa manera...
:-)
un abrazotote bohe
He sentido angustia por ese hombre.
En tiempos en que hablamos tanto de los malos tratos, conviene no olvidar que ellos también pueden ser víctimas y que es tan denunciable como el hombre que subyuga a una mujer.
Lo cuentas muy bien, y es cierto que la primera reacción es sonreír, pero es triste que una persona sea tratada así por quien se supone que más debiera quererte.
Besos
.. ahí, ahí.. el novio vigilándolo todo bien.. :-) cualquiera dice otra cosa!..
.. besos, Bohe..
.. ahí, ahí.. el novio vigilándolo todo bien.. :-) cualquiera dice otra cosa!..
.. besos, Bohe..
Al novio hay que ponerlo en tratamiento.
Se le ha comido la voluntad la gorda.
Besos.
Buenisima la escena, y tus palabras no podrían haber descrito mejor.
Hoy jugaré a espias en la playa ;-)
genial, eso se ve mucho, jajaja, y me encanta las palabras que has usado como escuchimizado, hace tiempo que no la oía, por CAI se escucha más
bs
Que buenas sensaciones tienes en la playa hija mía... yo te puedo contar las mismas cosas de forma negativa jajajaja me ha encantado leerte, ya hacía tiempo que no venía...
Besitos
espero que hubiese cerca un barco ballenero y le diera su merecido, quizas así el chicop abriria el bolso sacaria el dinero y se iria al chiringuito mas cercano a celebrarlo.
A mí esta escena me da pena, odio que traten así a alguien, si fuera él quien se lo hiciera a ella, diríamos que es una especie de violencia de género. Pero en este caso no solemos decir nada, así que agradezco mucho que nos lo hayas hecho notar, pero este comportamiento es vergonzoso. Besos
PD: ¿Por qué alguien sigue aguando eso?
Hola Bohe!
Me alegró tu visita, para mí como si fuera la de una vieja amiga.
Me encantan tus textos! ¿Te lo he dicho alguna vez?
No dejes de sorprendernos!
Un besote guapa:)
Pobre hombre, dominado de esa forma por su ama-da :))
Las hay así; que les hacen llevar el bolso a sus parejas porque a ellas se les cansa el brazo y que los llevan derechitos como velas.
Muy bueno el texto.
Saludos.
Que miedo da una mujer, que sabe el poder que tiene... jajaja
Saludos y un abrazo.
siempre me sorprendes con tus escritos, eres genial, besos, guapa!!
Primero me encantaron los detalles pues trae muchos recuerdos y tambien puedo vizualisar el ambiente, Segundo escogistes la imagen perfecta, aunque no hubises usado letras esa imagen explica todo lo acontecido, Terecro...Pobre chico!
Excelente Relato!
jajajja. genial. me encantó la escena, es super cómica.
te deseo un buen verano, bohe
un besito, linda
jejejeje, me he reído un rato pero no puedo evitar sentir pena por él y ella desde luego es "Mari gobierno". Un beso
Típica escena veraniega, aunque quizás la tuya es más extrema...jajaja.
Muchísimas gracias por meterte de lleno en ellas :)
Un besito color púrpura
Diría mejor de su ballena!
Pero bueno, tiene que haber de todo en la viña del señor.
Un placer poder saludarte.
Un beso tierno y dulce para ti.
** MARÍA **
Ironico, directo y sincero.
Me he reido muchisimo, recociendo una imagen de exclavitud que aun comica y divertida, para la desgracia de algunos hombres es muy cotidiana.
Un relato de campanillas. Muy bueno!!! Abrazos.
Ja ja ja, menos mal que a mi me gustan pequeñitas y delgaditas ja ja ja
El mundo al revés ;))
Besos envueltos
Me encantó!! Sentí la brisa por la espalda. ¡¡¡Con el frío que hace por aca!!!
bss
Aquí no entra el dicho: "siempre hay roto para un descosido" porque la "gordita" es fiera...
besos...
Un caso tan fuerte no lo había visto, pero otros de todas clases: niños atosigados por sus padres, niños que chillan continuamente, perros que molestan, gente que juega a las raquetas sin consideración, parejas que discuten...bueno, una lista...
Besos besos
Si es que en el fondo somos unos santos, no queremos sino lo mejor para ustedes (por lo menos la gran mayoría)
Que nos teneis dominados como al pobre hombre ese.
Un saludo
HOY HE VISTO EN LAS NOTICIAS A UNA BALLENA ATACANDO A LOS OCUPANTES DE UN VELERO...SERÍA LA CHICA BUSCANDO AL NOVIO DENTRO DEL BARCO???
:>
ROSSY cRESPO
En mi paìs decimos que no hay mal que dure cien años ni....tarugo que los aguante.Ya tendra que quedarse en casa esa sirena,cuando no haya quien le cuide el bolso jejeje excelente tu relato Bohe.
puedo ver a ese tipo sin sombra, sin rabia, sin nada...
escribes como los ángeles. Atrapas a tu llector por los pies y ya no lo sueltas...me encanta
un beso
Jo que triste, Bo...
Besos playeros.
Mientras leía, he ido viendo la escena. Aysssssssss eso pasa hasta tomando un refresco.
Un abrazo
jajaja buenísimo. Vengo llegando de la playita y me imagino perfectamente la clase de especímen q es tu personaje, jajaja
q extraño es ese amor a patadas.
besitos
jeje, muy divertido, pero me aterra pensar que es demaisada parecida la realidad en muchos casos..
abrazo.
Si es que hay quienes tienen el cielo ganado!!!!!
Pobre hombre...
Genial tu relato, Bohe.
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