domingo, agosto 08, 2010

No sólo de queso se alimenta una rata...

Hace muchos años tuve por amiga a una rata glotona, una rata gris de cloaca, sorprendentemente lista y de gustos culinarios variados. Frente al balcón de mi casa, cerca del aparcamiento, había una alcantarilla y una noche, de esas noches de busquedas de estrellas, varié la trayectoria de mi mirada y en lugar de otear el cielo, observé la tierra y justo fue cuando vi la cabeza de una rata gris, de un tamaño considerable, saliendo de ella. Movía sus bigotes, husmeaba el exterior, tomaba el aire cautelosa a sabiendas de los peligros que existían fuera. La llamé como si fuera un perrito y la rata miró hacia arriba, nos observamos largo rato, ella no se iba y yo tampoco, ambas con medio cuerpo en el exterior nos sentimos en cierto modo atraidas, nos movía la curiosidad. Parecía cómoda con la conversación no verbal y yo me sentía fascinada observándola, se me ocurrió que podía tener hambre así que fuí al frigorifico a por provisiones y le lancé varias rodajas de mortadela que cruzaron la noche como dos frisbys rosados. La rata más contenta que unas castañuelas se comió el embutido y se quedó esperando por si la lluvia de mortadela se repetía, cuando comprobó que esta había amainado se fue a su casita y adiós muy buenas. Durante varios días la rata me buscaba, y reconozco que yo también la buscaba a ella, más o menos a la misma hora la rata sacaba medio cuerpo afuera y miraba hacia mi balcón, y a mí como me hacía gracia mi amiga ratonil, cada día le lanzaba algún refrigerio: fruta, galletas, verdura, queso... Cada día más lustrosa y lozana la rata me buscaba, pero esa amistad duró hasta que mi madre descubrió mi nuevo hobby de cebar ratas a distancia y me riñó por tirar comida a la calle, bla, bla, bla... Ahí se rompió esa relación secreta. Reconozco que a veces pienso en ella y en lo graciosa que me parecía, la recuerdo relamiéndose los deditos y atusándose el bigote, igual hoy, en este mismo instante, le está contando a sus hijitos, allá en el submundo, que hace muchos años, una niña humana con ojos de gato, le hizo descubrir un mundo de sabores nuevos...



Texto: Bohemia
Fotos: Diane

36 comentarios :

Anónimo dijo...

Debías ser una niña muy generosa y si las ratas son listisimas.
Muchas ratas al ingresar a algún lugar nuevo para ellas (nuestras casas por ejemplo) hacen un mapa mental del lugar y es por eso que al cabo de 2 o 3 entradas más se conocen nuestra casa como la palma de su pata y saben mas fácilmente donde encontrar directamente el alimento. Hablando de comida, cuando una rata ha consumido alimento va hacia otras ratas y al acercarse a ellas éstas sienten el olor de lo último que la rata comió, por lo tanto una rata nunca va a comer algo que otra rata no haya probado antes. Por eso que es tan difícil controlar las grandes sobrepoblaciones de ratas solo con veneno para ratas ya que estas se pasan la información de unas a otras sobre que alimentos comer y cuales no. De igual manera, cuando una rata muere, se acercan a olerla y así detectan a que olía lo último que comió esa rata para no consumirlo ellas.

Saludos
German

La sonrisa de Hiperion dijo...

Ya decía que alguien se comías las viandas en la despensa...

jajajaja

Saludos y un abrazo.

Juan A. dijo...

Bohemia, eres genial. Seguro que formas parte de la memoria colectiva de toda una población de roedores de la eterna Gades.

Una historia preciosa. Y, si me permites la observación, tu madre fue un poco cruel. Snif.

Besitos.

Anónimo dijo...

ayyyyyyyyyyyy a mi las ratas me dan mucho asquito, miedo y escalofríos!!!!

Rossie Crespo

Matilde dijo...

que bello, que dulce suena esa amistad
.

.

un abrazo

Verónica Calvo dijo...

De niña hice algo parecido con un ratoncillo de la calle y fui una gran incomprendida. Y ahora... pues mira, cuando llevo comida a los gatos de la playa y están llenos, pienso que las ratas también tienen sus derechos. Incomprendida, lo que yo te diga... bueno, a ti no :)

Un besito

Len0re dijo...

Quizá aquella rata iba de paso, su nombre era Remy (Ratatouille) llegó a Paris, se hizo gourmet y como ya sabemos con el tiempo fundó su restaurante. Y todo gracias a tu variedad de alimentos...

Besos

Nayuribe dijo...

es extraño q una rata quiera tanto a una humana con rasgos gatunos, jaja, lo q logra hacer un trozo de comida :D
besitos

fgiucich dijo...

Una rata bien gourmet. Hermoso recuedo!!! Abrazos.

José L. Solé dijo...

Y es que en las conversaciones no verbales se dice todo sin abrir el pico... nada.
Ah, no! Esa rata tenía un nombre: Firmin!!!
Precioso el último parrafo.

Bss.-

Alís dijo...

Las ratas me dan asco, lo confieso, pero la historia me parece de una gran ternura.
Besos

Milo Pratt dijo...

Breve y dulce relato, me hace un poco de ruido la repetición de la palabra alcantarilla al inicio del texto, el resto muy bien.

Saludos desde la casa del simio!

peponita y venus dijo...

Qué historia tan graciosa, normal que te buscara, con ese menú, quien sabe a lo mejor de ahí viene la película de la ratita cocinera, jejeje. Un beso

Juanjo dijo...

Estoy convencido. De hecho, se ha convertido en una rata gourmet que come sólo comida selecta. No sólo te recuerda por tus ojos de gata cómplice. También añora la delicia de esperarte a una hora concreta, con la ilusión más allá de la comida, de saber que puede volver a verte. Un beso.

Trini Reina dijo...

Pues sí que era lista la rata. Y, traviesa la niña:)

Besos

Enrique Rojas Guzmán dijo...

Yo tuve un amigo político. Se le parecía mucho.

Un abrazo

Fortunata dijo...

MMMM que bueno compartir la comida.... y esos pequeños ritos que recuerdan al principito...

Besos

Fortunata dijo...

MMMM que bueno compartir la comida.... y esos pequeños ritos que recuerdan al principito...

Besos

Arita dijo...

Que hermosa historia. Yo nunca tuve un amigo roedor, pero imagino que es una relación extremadamente especial :)
Gracias por compartirlo con nosotros.

Lady Silence dijo...

Esas son las pequeñas anecdotas que hacen de la vida algo sencillo, pero maravilloso...
Me encanta...

Anónimo dijo...

Jajaja! Qué tierna historia! Por qué demonios no podemos seguir mirando el mundo con la misma mirada que lo hacíamos cuando eramos niños? Con razón nos miran raro la gente pequeña...

Clarice Baricco dijo...

Cuando leo estos relatos, me siento que soy una niña atenta escuchándote. Y después me duermo contenta.

Abrazo tus letras princesita.

Manu DG dijo...

Has hecho sublime algo insignificante aparentemente. Miraste y no fuiste indiferente. Estebleciste una relación cuando todo indicaba que era absurdo hacerlo...
Nunca pensé que una rata me alegraría la mañana y que una extraña despertaría ternura en mi.
Gracias

dintel dijo...

:)

Anónimo dijo...

http://kutambarara.blogspot.com/2010/08/proxima-reapertura-de-kutambarara.html

Insomne dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=6w0BB6oY2iY

:)

Darkhorse1974 dijo...

Jajajaja, me encanto, no la volviste a ver?. Yo hize algo parecido con una gata de la calle hace ya la tira de años.

Abrazos

mentecato dijo...

Hacía mucho tiempo que no venía por estos lados. Me quedaré un rato leyéndote. Excelente historia.

Un abrazo.

mentecato dijo...

He vuelto. Hoy a mediodía, deambulando casi a la deriva, me preguntaba "¿Dónde está la magia del día?". Y la encontré leyéndote por un buen rato. Anoté, por añadidura, el nombre del libro "La rueda de la vida", de Elisabeth Kübler-Ross.

Gracias por este pequeño milagro de un día jueves 12 de agosto en que, a lo vagabundo, caminé por calles solitarias, parques y a orillas del río Mapocho de Santiago de Chile.

Un abrazo.

JuanMa dijo...

Bo, eres una auténtica joya...

(Vamos, ya lo sabía, pero cada día me sorprendes).

Un beso.

Rosalmor dijo...

Eres tierna Bohe...te confieso que nunca me gustaron las ratas, pero este recuerdo es genial y bueno...a la distancia del animalito quizà adoptarìa uno...

I. Robledo dijo...

Durante mucho tiempo, de joven, crie una rata. Era hembra y me dijo que se llamaba Barbas...

Un día, por la ventana, se coló en gato... Me dijo que se llamaba Lupo y era un animal de ojos tristes.

Por aquellos tiempos, cierto día, dejé de a Barbas...

Desde entonces, crio a Lupo...

Un abrazo, amiga

Dejame que te cuente dijo...

estoy segura de que esta amiga rata... es enos rata que otras personas que pululan por el mundo..
y si no..
quien no conoce alguna persona rata?
ay si yo te contara....¡¡¡

un abracico niña...

Dejame que te cuente dijo...

le paso a mi hija este post...
le va a gustar..+
ella alimenta hasta a las moscas...
ains...que niña...¡¡¡
:-)

Mike Aquarium. dijo...

Acabo de llegar a tu blog y me quedo¡¡¡ Me ha encantado tu historia con la rata y todo lo demás. Gracias por el gran rato que me has hecho pasar. Un abrazo¡¡ Estas invitada a mi blog.

natalia guerrero dijo...

Seguro que sí, que ella no se olvido de ti. Besos