viernes, octubre 31, 2008

Poema prestado de Octavio Paz...

 



Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante

alguien me deletrea.

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Foto: Marianne LeCarrour



lunes, octubre 27, 2008

Y...

 
Me gusta asomarme a la ventana
y mirarle el peinado a mi coche
desde arriba...
Y ver como el naranjo
inventa sombras en la acera...
Y ver a la alcantarilla solitaria
con su habitado mundo subterráneo...
Y mirar al perrito que pasea
despreocupado,
feliz, buscando un buen tronco
para dejar su sello...
Y mirar a las nubes
y sus disfraces algodonados...
Y mirar la alfombra violeta de la jacaranda,
y a la gente osada que la pisa
y patina,
y
luego disimula...
Y mirar el árbol de enfrente,
y buscar a la tortola que vive en él
con su compañero,
como dos tortolitos,
y llamarla en silencio
con el nombre secreto que le he puesto
y que ella desconoce: Tolondra.
Y mirar a la gente que pasa,
y seguirlas con el rabillo del ojo,
copiándoles el paso
y luego, fingir que no miro...
Y empañar el cristal
y formar un corazón
que se borre al instante
pero que permanezca,
y quede oculto,
para resurgir, románticamente,
si hiela en la noche...
Y eso...
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Texto: Bohemia
Imagen: P. Bella


viernes, octubre 24, 2008

María pacífica...




A María le gusta llevar vestidos blancos, así cuando
discute con su marido se los quita y los usa como bandera
para firmar la paz. A María se la rifan en las Naciones
Unidas, pero su marido no lo ve con buenos ojos, es muy
celoso...
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Texto: Bohemia


martes, octubre 14, 2008

Salvatore...

Llegaste a nosotros herido, pasaron los meses y no pudimos salvarte, por más que lo intentamos, no pudimos ayudarte y nos llena de frustración que sólo el amor no cure... y que los tratamientos no sirvieran de nada... y que encontráramos a un buen profesional cuando ya era demasiado tarde... y que no superaras la operación. Dicen algunos que es el destino, dicen otros que es ley de vida, yo siento que no es justo y que te echo mucho de menos...
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Elegiste para vivir el hueco de mis manos, enrollabas tus sueños al borde de mi camiseta, te dejabas mimar en mi almohada, te encantaba estar arropado, seguro, protegido. Acudías presuroso a mi reclamo, te gustaba que te paseara por toda la casa, todo el tiempo contigo encima, te encantaban las pipas y las carreras por el sofá, los bañitos de agua y los aperitivos de manzana, la silla del ordenador, donde tantos ratitos pasámos e ir a subierte a la jaula del canario para hacerle compañía. Adoptaste mis latidos como una nana, el cuello de sus camisas como una segunda casa, recogiste con esmero todos los besos y caricias que nacieron de nosotros dos y que eran sólo para ti. Te ganaste nuestro corazón y en él viviras por siempre porque nos llenaste de ternura, porque eras muy especial para nosotros, no sólo un ave, no sólo un lorito...si no...¡nuestro Salvatore!
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Vuela alto, ahora que puedes, chico,
que el cielo de los pájaros espera por ti,
no tengas en cuenta mis lágrimas,
símplemente es que te echo mucho de menos...
los dos te echamos de menos...





viernes, octubre 10, 2008

La chica de la falda de vuelo...




La chica de la falda de vuelo
gira y gira
y al hacerlo
se siente como la sombrilla del mundo,
la carpa de las flores.
la sombra de la sombra,
el tejado de los adoquines,
el paraguas de sus pies.
La chica de la falda de vuelo
cuando deja de girar
se sienta y pliega sus pensamientos,
mientras el aire
se columpia en su dobladillo.

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Texto: Bohemia




lunes, octubre 06, 2008

Sorprendiéndome...



No vi la lluvia de estrellas, ni me enteré...
Fue sorprendente encontrarme esta mañana con charquitos de purpurina.

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Texto: Bohemia
Foto: Edlyn



viernes, octubre 03, 2008

El sueño...

 

Soñé que un niño me comía. 

Desperté sobresaltado.

Mi madre me estaba lamiendo.

El rabo todavía me tembló durante un rato.
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Texto: Luis Mateo Diez

miércoles, octubre 01, 2008

La pena...

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Me da mucha pena la pena,
va con su vestido negro
y sus pies descalzos
buscando consuelo
y sólo encuentra
tristeza a su paso.
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Texto: Bohemia