jueves, septiembre 14, 2017

Palabras prestadas de la Dra. Clarissa Pinkola Estés...



Todos sentimos el anhelo de lo salvaje. Y este anhelo tiene muy poco antídotos culturalmente aceptados. Nos han enseñado a avergonzarnos de este deseo. Nos hemos dejado el cabello largo y con él ocultamos nuestros sentimientos. Pero la sombra de la mujer salvaje acecha todavía a nuestra espalda día y noche. Donde quiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas.






1 comentario :

José A. García dijo...

¿Se dejará conocer esa tal mujer salvaje?
¿Será posible?

Saludos,

J.